Silera INTA es un cultivar de ciclo intermedio que posee muy buen comportamiento sanitario a las principales enfermedades. Es tolerante a mancha marrón ocasionada por Bipolaris sorokiniana, moderadamente tolerante a mancha en red ocasionada por Drechslera teres y roya de la hoja ocasionada por Puccinia coronata. Es medianamente tolerante a escaldadura ocasionada por Rhynchosporium secalis, que en caso de ataques severos se recomienda aplicar fungicida. Este excelente comportamiento sanitario permite bajar los costos de producción ya que, salvo ataques muy severos, evita la aplicación de fungicidas. Además de su excelente perfil sanitario posee gran tolerancia al vuelco.

Silera INTA presenta muy buen comportamiento a sequías y a frío en estado vegetativo. Posee un alto potencial de rendimiento en grano comparado con los cultivares comerciales más importantes en cuanto a superficie sembrada produciendo en promedio 6.357 Kg/Ha, contra 6.111, 5.651 y 5.371 Kg/Ha de los cultivares Andreia, Shakira y Scarlett respectivamente, en la localidad de Bordenave.

Las fechas óptimas de siembra son del 10 al 30 de junio en la Región Pampeana Norte y del 25 de junio al 20 de julio en la Región Pampeana Sur. La densidad óptima de plantas es de 250 plantas por metro cuadrado.

Se destaca por la producción de materia seca para ensilado y por una mejor calidad del forraje ensilado. En cultivo se registran diferencias significativas en la producción de materia seca y en la calidad del ensilado luego de 2 meses de confeccionado el silo.

Silera INTA es un aporte tecnológico para contribuir a aumentar y mejorar la producción y calidad de las reservas forrajeras en los planteos intensivos de carne y leche, aumentando la productividad y estabilidad de las producciones ganaderas de manera sustentable.